Dicefolk Review

Dicefolk es un roguelite, con una estructura fuertemente roguelike, basado en la creación de un equipo de quimeras para ser utilizadas dentro del combate por turnos. El combate proporciona al jugador dados para elegir su movimiento, pero no solo eso: el jugador también podrá elegir la siguiente acción del equipo enemigo. Dicefolk lanza al jugador a un mundo en el que el protagonista, a través de quimeras (es decir, los pequeños monstruos que usaremos para luchar), debe intentar derrotar a algunos monstruos para poder restaurar la paz. Pero en realidad, más que al principio con una breve escena ilustrativa, la historia de Dicefolk nunca se profundiza tanto.

El verdadero corazón de Dicefolk, por supuesto, es la jugabilidad. Hay cuatro talismanes diferentes con los que puedes comenzar un juego, cada uno de los cuales contiene un grupo diferente de quimeras que puedes encontrar y usar a lo largo de tu aventura. Para el primer juego, solo puedes usar el Talismán del Guerrero, después de lo cual deberás ganar al menos una vez para poder desbloquear el siguiente talismán. Y así sucesivamente. Nuestro equipo, al igual que el rival, estará formado por tres quimeras. Cada uno de estos tendrá una serie de ranuras de equipo en las que podremos colocar los objetos encontrados o comprados por el camino. Algunas quimeras tienen una habilidad pasiva, en la que a menudo estableces las estrategias que se usarán durante el combate. Algunos, por ejemplo, obtienen un beneficio cuando un aliado realiza una determinada acción, otros tienen la posibilidad de infligir daño al oponente como resultado de una rotación de equipo, y así sucesivamente.

La parte más innovadora de Dicefolk reside en las mecánicas de combate, que se basan en el uso tanto de los dados que controlan a nuestro equipo, como de los que determinan las acciones del equipo contrario. Durante los primeros juegos puede ser un poco difícil descubrir cómo usar mejor los dados disponibles, pero ya después de algunas peleas puedes cogerle el tranquillo. Durante el combate, también es posible usar elementos de un solo uso, que son capaces de cambiar el destino de todo un juego. Estos incluyen ataques adicionales, la capacidad de curar a todo el equipo o revitalizar una quimera, un dado adicional y más. Sin embargo, no es precisamente fácil poder ganar siempre: el grado de dificultad aumenta naturalmente a medida que avanza la aventura, y en algunos momentos puede llegar a ser el KO de todo el equipo. En este caso, tendrás que empezar un juego de nuevo. Para ganar una partida, debes derrotar al jefe de cada uno de los tres mapas disponibles. Cada mapa se compone de varios cuadrados, que pueden representar un desafío, una tienda, un santuario de quimeras, un lugar con elementos abandonados y más. En el Santuario de las Quimeras (podemos encontrar tres de ellas en cada mapa) puedes reclutar una nueva Quimera. Hay un límite de una quimera que se puede obtener por mapa, por lo que a menudo es mejor llegar primero a todos los Santuarios, para que puedas decidir entre las diferentes opciones.

Después de derrotar al jefe del mapa, serás llevado automáticamente al otro mundo. Al ganar una partida, además de desbloquear el próximo talismán, obtendrás nuevos elementos y eventos que se pueden encontrar durante la aventura. Una vez que hayas completado todo el juego (que no debería llevarte más de 8-9 horas, explorando a tu antojo), desbloquearás, además del final de Dicefolk, el modo de prueba. Este modo agrega modificadores al juego, lo que hace que el juego sea un poco más duradero. Sin embargo, la presencia de pocos mapas hace que el juego sea fácilmente monótono y relativamente corto en su experiencia general. En definitiva, la propuesta de Dicefolk es fresca y original, y por las varias horas de juego que se pasan antes de poder completarla consigue entretener. Y luego siempre está la idea de hacer «solo una pelea más», que luego se convierte en dos, que luego se convierte en «pero sí, llegaré al jefe y luego me apagaré», lo que finalmente conduce a la finalización de una carrera.

En lo que respecta al sector artístico, Dicefolk ofrece un estilo sencillo pero ganador. El diseño de las quimeras no es especialmente original ni llamativo, salvo en el caso de algunos monstruos muy bien dibujados. En el menú principal puedes consultar un compendio que incluye una descripción de las quimeras encontradas, su representación y otra información útil en caso de que necesites un repaso de la mecánica del juego. En lo que respecta al aspecto técnico, Dicefolk no presenta ningún problema. Los requisitos del sistema, en este sentido, son muy modestos y te permiten disfrutar del juego incluso en ordenadores de gama baja. En una nota positiva, es totalmente compatible con Steamdeck: Dicefolk es uno de esos juegos adecuados para juegos portátiles, por lo que si tienes uno, te recomendamos que al menos lo pruebes.

VEREDICTO
Dicefolk es un roguelite por turnos con dados que también presenta la capacidad de comandar al equipo contrario. Se trata de un título original y bien elaborado que garantiza un buen número de horas de entretenimiento.
7.5
BUY