Aunque es cierto que Valve jamás ha cruzado los brazos con Steam, en los últimos años los estadounidenses se han puesto las pilas para atacar los problemas más importantes de su tienda. Aparte de, como anunciamos la semana pasada, poner en la palestra los accesos anticipados abandonados, este febrero está siendo particularmente intenso para Steam, plataforma que ahora combatirá activamente los juegos que incluyan anuncios publicitarios.
A partir de ahora, la plataforma prohíbe explícitamente los juegos que fuerzan a los jugadores a ver anuncios para poder jugar, marcando un cambio importante en la política de monetización. Valve ha establecido que los desarrolladores ya no podrán utilizar la publicidad como un requisito para continuar con la experiencia del juego, un modelo que ha sido común en algunos títulos de menor presupuesto, especialmente en plataformas móviles.
Eso sí, esto no debe confundirse con el ‘product placement’. Por ejemplo, campañas publicitarias como las Adidas Ultra 4D de Spider-Man 2, Verizon en Alan Wake o Monster Energy en Death Stranding seguirán estando libres de medidas de restricción, ya que apelan a acuerdos de marcas para productos in-game que no afectan al jugador. Sin embargo, cualquier tipo de interactividad obligatoria con anuncios está ahora completamente prohibida.