Sand Land es una especie de vínculo, pero no como los que conocimos. El juego en sí toma la historia, pero propone un concepto más profundo y estructurado, bien posicionado dentro de su género, un RPG de acción. El relanzamiento se debe a que en 2022 se estrenó la película Sand Land, que llegó en forma de miniserie, con una segunda parte inédita escrita por el propio Toriyama que continúa donde lo dejó el final en su momento. Y es precisamente esta parte (o, mejor dicho, tanto la película original como el nuevo guion) la que conforma el sector narrativo de Sand Land The Video Game, una trama que te acompañará en una exploración clásica compuesta por enfrentamientos, misiones y mucho más.
De hecho, Sand Land no es solo una historia fuera del canon clásico de Dragon Ball, sino un conjunto de lo que a lo largo del tiempo ha definido al manga: una trama que no es demasiado compleja, una historia bien escrita, y tantos diálogos y momentos divertidos como dedicados a los golpes (y el hecho de que el protagonista no dispare ataques de energía es fantástico). En el juego, jugaremos como Beelzebub, hijo del Rey Demonio, quien junto con Thief emprenderán un viaje con el Sheriff Rao en busca de la Primavera Legendaria. Además de esto, el juego también te llevará a descubrir Forest Land, la ciudad añadida en la nueva parte de la serie, con nuevos personajes como Ann y una nueva trama por descubrir.
En el mundo del juego de Sand Land, el agua es una mercancía inalcanzable: el hombre ha destruido el planeta, convirtiéndolo de facto en árido e incluso dando lugar a leyendas sobre recursos hídricos que se pueden utilizar y lugares especiales para vivir. Esta búsqueda de agua es igual, tanto para hombres como el sheriff Rao como para demonios como Beelzebub y sus compañeros, y por esta razón nuestros héroes partirán en busca de una fuente de sustento, el Manantial Legendario. Sand Land pone al jugador en un viaje épico, empujándolo a explorar un vasto mundo lleno de secretos y enemigos feroces. Para ello, aunque puedes confiar en las habilidades de Beelzebub y sus compañeros, que se pueden mejorar a través de un árbol de habilidades muy lineal, también tendrás algunos vehículos a tu disposición.
Sin embargo, antes de continuar con estos, es necesario profundizar en la libertad de la configuración del grupo: si de hecho Beelzebub tendrá un estilo muy clásico, empujándote a vencer tus manos, elegir cuál de los aliados mejorar en su lugar empujará a tu equipo a tener un enfoque diferente. Esto cambiará la forma en que tu grupo se enfoca en la ofensiva, tal vez empujando a Rao a usar sus ataques, apoyo o materiales de búsqueda para mejorar los vehículos. Akira Toriyama era un gran fanático de las cuatro ruedas, y esto se ve en Sand Land: en el juego podrás tener varios vehículos, que puedes eliminar según sea necesario. Estos se pueden diseñar y luego controlar, y puedes elegir si te enfocas en un tanque o en un buggy de dunas más rápido, o tal vez optar directamente por el blindaje, o preferir dos ruedas para una mayor agilidad. Pero si eres imaginativo, recuerda que también puedes elegir el Jump-Bot (que te dejamos descubrir), el monociclo aerodeslizador o incluso abandonar la tecnología en favor de un Raptor domesticado más clásico. Si eso no es suficiente, sus vehículos pueden actualizarse, modificarse y equiparse con armas capaces de enfrentarse a hordas de enemigos.
Además, la opción de personalización te permitirá extender tu toque creativo tanto al interior, decorando las tres habitaciones que puedes tener con objetos únicos, como a los vehículos, que se pueden embellecer con pinturas y calcomanías para un estilo distintivo en la batalla. Juntos, estos elementos crean un viaje convincente y profundamente inmersivo, donde cada elección y descubrimiento tiene su propio peso, influyendo en la experiencia de juego en un mundo que es tan hostil como fascinante. Entre los elementos que se pueden obtener también hay consumibles, que serán cada vez mejores a medida que avanza el juego, y que sobre todo te vendrán bien en los momentos más difíciles, tal vez curándote o permitiéndote arreglar tu vehículo. En Sand Land, la exploración del desierto se intensifica mediante el uso de torres de radio repartidas por cada región, que cuando se reparan revelarán detalles ocultos del mapa, iluminando antiguas ruinas y asentamientos vitales para la supervivencia. Atravesar el vasto paisaje se vuelve más manejable gracias a los puntos de suministro de agua, que no solo sirven como puntos de viaje rápido, sino que son esenciales para reponer la salud y los recursos hídricos del jugador.
La navegación también se ve facilitada por la capacidad de colocar hasta tres pines en el mapa, que actúan como puntos de referencia, guiando a los jugadores a través de territorios ilimitados y, a menudo, hostiles. Estos mismos pines pueden resaltar nuevos descubrimientos, como fuentes de agua o ruinas recién desveladas, lo que ayuda a planificar tus próximos movimientos estratégicos. Para descubrir caminos ocultos o superar divisiones geográficas aparentemente insuperables, a menudo es necesario examinar cuidadosamente el mapa, haciendo zoom en áreas que ocultan pasajes secretos o usando vehículos para superar obstáculos. En todo esto, la habilidad radar del ladrón resultará indispensable para localizar objetos raros, enriqueciendo los recursos del jugador desde las primeras etapas del juego. Este viaje está salpicado de misiones de varios tipos, desde operaciones de rescate que pueden conducir al rescate de NPC en apuros, recompensando al jugador con moneda, artículos o nuevos ciudadanos, hasta misiones exploratorias que te invitan a descubrir ruinas y cuevas llenas de tesoros y diarios.
La aventura también incluye carreras dinámicas, donde los jugadores pueden competir para ganar valiosos premios, y misiones de recompensa que ofrecen la oportunidad de acumular experiencia y recursos mientras mejoran continuamente sus estrategias de combate y exploración. Técnicamente, el juego utiliza el mismo estilo estético visto en la serie, pero con una velocidad de fotogramas no bloqueada como se ve en la película y en la producción en serie, con un doblaje en inglés o japonés acompañado de subtítulos y menús en español. Con todo, el impacto gráfico se adapta bien al resto del juego, y viceversa, ofreciendo en general una experiencia muy agradable a la vista y a los oídos, capaz de acompañarnos entre cinemáticas de dirección bien estructuradas, y divertidos momentos de juego, ya sean con vehículos o con Belcebú.