Mi experiencia con Railroads Online ha sido una montaña rusa de emociones, motivado por un par de amigos y la promesa de un simulador de trenes único. La premisa del juego es increíble: construir y operar una red ferroviaria en un mundo abierto inspirado en la época dorada de los trenes a vapor, transportando bienes a través de vastos paisajes, mejorando tus locomotoras y expandiendo tu imperio ferroviario. Sin embargo, a pesar de las buenas intenciones y el atractivo inicial, el juego ha enfrentado muchos problemas a lo largo de su desarrollo.
La idea central del juego sigue siendo sólida. Puedes diseñar tu red ferroviaria, transportar mercancías como madera, mineral, ganado y oro, y ganar dinero para reinvertir en nuevos vehículos o mejorar los existentes. La posibilidad de construir estaciones, depósitos y otras infraestructuras agrega profundidad, mientras que la simulación detallada de las locomotoras y la física avanzada en el motor Unreal Engine hacen que la experiencia de conducir los trenes sea inmersiva. Sin embargo, el proceso de jugar, especialmente en modo solitario, se vuelve repetitivo rápidamente. Aunque la personalización y el diseño de rutas son entretenidos, la mecánica básica de mover mercancías de un punto A a B no ha cambiado significativamente en años, lo que puede generar agotamiento.
La transición a la versión 1.0 y la actualización a Unreal Engine 5 marcaron el comienzo de una serie de cambios que han alterado la experiencia original. El sistema de construcción de vías cambió de un enfoque más técnico a uno más accesible, lo que en su momento parecía una mejora, pero que terminó simplificando demasiado el proceso. A nivel técnico, los problemas de optimización siguen siendo una molestia. A pesar de tener un equipo de alta gama (como un RTX 4080), el rendimiento sigue siendo inconsistente, con caídas de FPS y problemas de conectividad en partidas multijugador. La experiencia online, aunque mejorada, sigue estando lejos de ser pulida, con errores como el popcorning y el rubberbanding que afectan la jugabilidad cuando hay demasiados vehículos en movimiento.
El manejo de los trenes en sí mismo es otro punto débil. A pesar de la promesa de una simulación de trenes detallada, la jugabilidad se reduce a acelerar, mantener la velocidad y hacer ajustes mínimos al reversor. No hay demasiados desafíos en la conducción de las locomotoras, y el sistema de frenos manuales hace que manejar trenes más largos o pesados sea una tarea frustrante, especialmente en el modo en solitario. Además, la mecánica de carga de los vagones también resulta tediosa, ya que el jugador tiene que maniobrar con precisión para alinear los vagones con las grúas de carga, lo que puede volverse rápidamente repetitivo y tedioso.
El aspecto multijugador es uno de los puntos fuertes del juego, pero tampoco está exento de fallos. Puedes jugar con hasta 15 amigos en servidores cooperativos, lo que permite construir y operar rutas juntos. Sin embargo, la falta de optimización y los errores técnicos limitan la experiencia. A pesar de esto, la comunidad sigue siendo activa y es un lugar donde los jugadores pueden compartir mapas preconstruidos, crear contenido y disfrutar de la jugabilidad en equipo.
En resumen, Railroads Online tiene una premisa excelente, pero ha sido opacada por problemas técnicos y de diseño que han afectado su potencial. Si bien la posibilidad de construir tu propia red ferroviaria y gestionar un imperio es entretenida al principio, la falta de innovación y los problemas persistentes hacen que el juego se vuelva monótono rápidamente. Si decides probar Railroads Online, te sugiero hacerlo solo si encuentras una buena oferta, ya que, en su estado actual, no vale la pena pagar el precio completo.
