Disponible desde el 17 de abril en PlayStation 5, Xbox Series y Steam, Mandragora: Whispers of the Witch Tree es un action-RPG con alma de metroidvania y corazón de souls-like, desarrollado por Primal Game Studio y publicado por Knights Peak. La premisa es clara: abrirse paso por el sombrío reino de Faelduum, ahora consumido por la Entropía, y erradicar la amenaza que lo sumerge en el caos. Tras una primera impresión prometedora, volvimos a adentrarnos en este universo gótico para ofrecer una valoración más completa. Desde el inicio, Mandragora nos sitúa en un mundo donde la humanidad ha cedido terreno ante criaturas sombrías. Nuestro objetivo: abrirnos camino entre hordas de enemigos y enfrentarnos a la Entropía, una fuerza misteriosa que corrompe cuanto toca. Todo esto en un entorno de belleza inquietante, pintado a mano, donde cada rincón y cada enemigo parecen cobrar vida propia.

La estructura del juego sigue el molde típico de un metroidvania: un vasto mundo interconectado que iremos desbloqueando a medida que obtenemos nuevas habilidades. Sin embargo, aquí se añade una capa adicional de complejidad y desafío heredada de los souls-like: combates exigentes, gestión de estamina, esquivas precisas y enemigos que no perdonan errores. El sistema de progresión también se inspira en los clásicos del género: al derrotar enemigos obtendremos esencias que podremos gastar en altares para subir de nivel. Pero cuidado, usar estos altares también revive a los enemigos, a excepción de los jefes. Cada subida de nivel nos da puntos para invertir en árboles de habilidades, que varían según la clase elegida.

Antes de comenzar la aventura, es posible crear y personalizar a nuestro héroe, eligiendo entre seis clases iniciales: Defensor, Guardián Salvaje, Belladona, Hechicero, Tejedor de Espadas y Vanguardia. Cada una tiene su propio estilo de combate, habilidades únicas y un árbol de progresión diferenciado. Lo interesante es que, aunque se parte de una clase base, al alcanzar el nivel 25 se puede combinar habilidades de distintas clases para crear una configuración híbrida. Esto abre la puerta a muchas posibilidades estratégicas, aunque en una primera partida conviene enfocarse en dominar una sola clase, ya que no es fácil desbloquear todo un árbol completo sin planificación. Más adelante, también se desbloquea el Árbol de la Bruja, un sistema que permite potenciar habilidades activas utilizando esencia entropía, un recurso raro que se obtiene al vencer a enemigos poderosos o explorar zonas especiales.

Durante el viaje, se pueden recolectar múltiples recursos, ya sea eliminando enemigos o explorando los distintos escenarios. Estos materiales sirven para fabricar equipamiento o mejorar objetos a través de personajes aliados que encontraremos en nuestra travesía. Algunos incluso pueden revelarnos partes del mapa si les entregamos fragmentos específicos. Estos NPCs cumplen un rol clave en nuestro progreso: mejorarlos desbloquea nuevas opciones de crafteo, y eso se logra fabricando objetos o llevándoles ciertos pergaminos ocultos en el mundo. Las misiones secundarias, por su parte, aportan variedad y recompensas adicionales como oro, materiales o equipo. Eso sí, muchas veces los objetos que conseguimos en estas tareas son inferiores a los que podemos fabricar por nuestra cuenta, pero siempre podemos venderlos y usar el dinero para adquirir libros de habilidades u otros insumos.
La ambientación es sin duda uno de los puntos fuertes del juego. Inspirado en el folklore europeo más oscuro, en el arte medieval y en el horror gótico, el mundo de Mandragora impresiona con su dirección artística en 2.5D, donde todo está meticulosamente dibujado a mano. Cada escenario, cada criatura y cada jefe imponen respeto y asombro por igual. Las composiciones musicales de Christos Antoniou elevan aún más la experiencia, envolviendo todo en una atmósfera inquietante y majestuosa. Comparaciones con títulos como Blasphemous son inevitables, sobre todo por su dificultad y su tono sombrío, pero Mandragora consigue destacarse por méritos propios. Tiene identidad, estilo y una propuesta jugable muy sólida.