Triunfar en la industria de los videojuegos es sumamente complicado, y contar con creativos y desarrolladores veteranos está lejos de garantizar el éxito. The Callisto Protocol es la prueba, pues fracasó a pesar de tener en la cabeza a una de las mentes detrás del aclamado Dead Space.
Glen Schofield, quien trabajó en Visceral Games y fue vital para la creación del survival horror de Electronic Arts, fundó Striking Distance Studios en 2019. Bajo la sombrilla del editor coreano Krafton Inc., trabajó en The Callisto Protocol, una nueva IP de terror.
Por desgracia, el videojuego recibió calificaciones mixtas y fue incapaz de cumplir con las expectativas comerciales. Ahora, menos de un año después del lanzamiento, el creativo veterano da un paso al costado y se despide del estudio que fundó y dio forma.
De acuerdo con un informe del portal Bloomberg, Glen Schofield decidió buscar nuevas oportunidades y abandonó la compañía. Si bien describió su salida como “agridulce”, se mostró orgulloso del trabajo que se hizo en The Callisto Protocol y aseguró que el estudio está en buenas manos.
“Crear Striking Distance Studios ha sido un viaje increíble y estoy muy orgulloso de lo que hemos logrado con The Callisto Protocol, un juego cercano a mi corazón. Si bien emprender una nueva aventura es emocionante, dejar SDS es agridulce. Pero sé que el estudio está en excelentes manos”, afirmó el desarrollador en un comunicado.
Rebobinemos un poco y recordemos que el estudio iba a trabajar en un juego narrativo single-player que formaría parte del universo de PUBG; sin embargo, el proyecto evolucionó y se convirtió en lo que ahora conocemos como The Callisto Protocol.
Por desgracia, el sucesor espiritual de Dead Space protagonizó múltiples controversias antes y después de su lanzamiento.
Debemos recordar que Glen Schofield causó indignación en internet por glorificar el crunch. Un informe posterior reveló que, en efecto, algunos desarrolladores del estudio tenían largas sesiones laborales.
The Callisto Protocol debutó el 2 de diciembre de 2022 envuelto en polémica debido a los problemas técnicos de la versión de PC y Xbox Series X|S. Además, recibió calificaciones mixtas por parte de la crítica especializada y los jugadores. Esta situación impactó directamente en las acciones de Krafton.
El videojuego de terror vendió menos copias de lo esperado, situación que obligó al editor coreano a ajustar sus expectativas comerciales. A inicios de agosto de 2023, se informó que Striking Distance Studios despidió a más de 30 empleados tras el fracaso.