La serie Stalker es un fenómeno. Para los que no están familiarizados, podría parecer similar a otros títulos a simple vista, pero si alguna vez te sumergiste en la Zona en estos juegos, aunque fuera solo por unos días, sabes que ofrece mucho más que los juegos lineales como Metro (aunque Exodus intentó cambiar eso, la mapa abierto no lo es todo) o los juegos de estilo arcade como Far Cry. La Zona, alrededor de la central nuclear de Chernobyl, está increíblemente detallada en esta serie de juegos, llena de simulaciones de personas, animales y monstruos, que interactúan entre sí sin necesidad de tu intervención. La Zona tiene vida propia, ya que no eres un héroe principal, sino uno de los muchos vagabundos que llegan buscando anómalos artefactos y misteriosas anomalías.
Este sentimiento de crudeza y desolación de la Zona se refuerza con todos los detalles: desde la estética de los edificios en ruinas y los bosques contaminados por radioactividad, hasta el inicio modesto con una chaqueta raída y una pistola pequeña, o la mortalidad con la que los bandidos hostiles, soldados o animales mutantes te asesinarán. Todo esto se intensifica cuando exploras laboratorios subterráneos secretos o búnkeres, cuyos oscuros pasillos están dominados por vampiros invisibles, “magos” telepáticos y poltergeists inmateriales. Sin embargo, la Zona también puede ser hermosa, en su soledad melancólica, o cuando te sientas junto a un fuego con un vagabundo amigable que toca la guitarra, mientras disfrutas de una lata de carne. Para un jugador de Europa del Este, la arquitectura, naturaleza y cultura de la Zona serán de lo más familiar. No voy a adelantar lo que sucede en los primeros minutos del juego, ya que fue una sorpresa y un choque para mí, y no quiero arruinarlo para nadie. En cuanto a la trama, asumirás el papel de un exsoldado conocido como Skif, cuya tranquila vida civil se ve interrumpida por un artefacto misterioso encontrado en la Zona. Lamentablemente, la energía destructiva de este artefacto te quita casi todas tus pertenencias, por lo que te aventuras en la Zona para descubrir su valor y, si es posible, venderlo. Desde el principio, varias facciones intentarán engañarte, robarte y dejarte despojado en medio del bosque radiactivo.
Después de este tutorial de media hora, la Zona, con sus 60 kilómetros cuadrados, se abre ante ti. Algunas áreas están infestadas o son habitadas por enemigos extremadamente peligrosos, por lo que adentrarse sin un buen equipo o traje sería letal. Puedes seguir las huellas de tus ladrones o explorar libremente, o hacer lo que prefieras. La Zona está llena de vagabundos y facciones, desde los solitarios Stalkers hasta los «policías» de la Ward, pasando por los bandidos y los misteriosos cultistas del Monolith. La historia se desarrolla después de los eventos de los tres juegos anteriores, y los fanáticos se encontrarán con casi todos los personajes favoritos, además de una presentación más elaborada de las secuencias de la trama. El juego tiene varios finales posibles, que dependen de tus decisiones, a quién te unas y qué busques en la Zona. Si no has jugado los títulos anteriores, te recomiendo leer un resumen de sus historias para disfrutar y entender mejor este juego. Además, está disponible con subtítulos en checo (también en consolas). Comparado con los juegos anteriores de la serie, o incluso con casi cualquier juego actual, lo que más llamará tu atención de este nuevo Stalker es su increíble aspecto gráfico. Los desarrolladores han reemplazado su motor X-Ray de los primeros tres juegos con el licenciado Unreal Engine 5, mostrándolo con una energía que pocas veces hemos visto en otros juegos.
Además, la Zona es gigantesca y ya no tiene pantallas de carga (excepto al iniciar el juego o morir), por lo que puedes recorrer toda la región de un extremo a otro sin interrupciones, entrando en edificios y laberintos subterráneos sin cortes. Como los fanáticos esperaban, muchas de las áreas y construcciones favoritas de los juegos anteriores regresan, pero mucho más detalladas e impresionantes. Las primeras 20 horas del juego me hicieron pensar que había demasiada reutilización de lo conocido, pero pronto comenzaron a aparecer nuevas áreas con un estilo único. Los juegos de esta serie siempre han tenido una dinámica única que pone un gran énfasis en los limitados recursos, especialmente al principio. Cuando te encargan la misión de eliminar a cinco bandidos en su escondite y solo tienes una pistola débil con siete balas, puedes sentirte como en juegos como Resident Evil o Silent Hill. Cada bala cuenta y tendrás que revisar con cuidado los cajones de los edificios y los bolsillos de los enemigos caídos en busca de más munición o vendas. Los combates son rápidos, dinámicos y mortales, lo que aumenta aún más la tensión. Es increíble lo bien logrados que están los enfrentamientos, considerando su naturaleza impredecible. La dificultad más baja es accesible para jugadores casuales, y en las etapas más avanzadas del juego, con el mejor equipo y armaduras, podrás dominar la Zona como un terminator.
El horror se muestra en todo su esplendor en las batallas contra monstruos y mutantes. Incluso un perro ciego puede asustarte cuando salta repentinamente desde un arbusto. Y eso no es nada comparado con los enfrentamientos en las profundidades de las cavernas o búnkeres subterráneos, donde seres capaces de usar telequinesis pueden arrancarte tu arma mejorada de las manos y dispararte con ella. Es difícil explicar lo único y profundamente detallado que es el sistema de simulación de la Zona. Tanto los individuos como las facciones enteras pueden interactuar, desde vagabundos peleando entre sí hasta enfrentamientos con monstruos o múltiples grupos involucrados. Las facciones pueden atacar otras y tomar pueblos, lo que cambia sus servicios y recursos. La inteligencia artificial trata de simular el comportamiento humano, por lo que los enemigos te buscan según su propio criterio, no con un escaneo «tramposo» como en otros juegos. Gracias a esto, puedes sorprenderlos por la espalda, aunque también ellos intentarán hacer lo mismo contigo. Hay pocos otros juegos que logren un comportamiento tan realista y táctico de los enemigos durante los combates.
Aunque el mundo se siente tan detallado y realista, no todo es perfecto: algunas animaciones o scripts pueden fallar ocasionalmente, pero en términos generales, los enfrentamientos son apasionantes, sin importar la dificultad (que varía más en cuanto a la vulnerabilidad de los enemigos que en su agresividad). Además, jugar con un control es cómodo, tanto en el manejo del inventario como en los tiroteos, lo que era de esperar tras el remasterizado de la trilogía original. Durante los combates en interiores complejos, he visto repetidamente a los enemigos intentar subir a posiciones elevadas para tener ventaja al disparar. A veces, dos enemigos te atacan mientras otro te rodea, por un lado. Junto con la balística precisa de las armas, estos enfrentamientos son realmente una experiencia. La inteligencia artificial también es impresionante fuera del combate: los vagabundos se reúnen junto al fuego, las patrullas se turnan y regresan a sus bases, y todos se refugian cuando se aproxima una tormenta. Este nivel de detalle se ve raramente en otros juegos, como Skyrim, Red Dead Redemption 2 o Metal Gear Solid 5. Es fácil perderse en este mundo y pasar cientos de horas disfrutando de su inmersión.
Los desarrolladores son conscientes de lo único y amado que es este cóctel de elementos, por lo que el segundo juego no intenta cambiar radicalmente la mecánica o el contenido. Los jugadores veteranos se sentirán como en casa, aunque notarán mejoras, como la nueva función del «stash» personal. En juegos anteriores, era esencial recolectar recursos y almacenarlos en cajas esparcidas por el mapa, pero ahora tu caja personal está conectada a través de las ubicaciones, por lo que lo que guardes en una ciudad lo encontrarás en otras. Esto rompe un poco con el realismo del juego, pero hace que sea más fácil acumular suministros, lo que puede ser aún más adictivo. Lo que sigue sin cambiar, y que podría ser una de las críticas de muchos jugadores, es que siempre tienes que caminar a pie. Los 60 kilómetros cuadrados de la Zona son una gran extensión, especialmente si tienes que regresar por el mismo camino o cargar con un equipo pesado en tu mochila. Aunque los guías pueden «teletransportarte» entre ciudades, cada uno solo conoce algunas ubicaciones, por lo que no puedes ir a cualquier lugar con ellos. El viaje, sin embargo, a menudo se convierte en el destino, ya que la juego te cautiva con su atmósfera, su exploración de mundo abierto y la constante sensación de estar tomando decisiones que pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
