Pocos nombres resuenan con tanta fuerza en la industria de los videojuegos como el de Ken Levine. El creador de BioShock, una franquicia que redefinió el género de los shooters narrativos, ha sido sinónimo de ambición creativa y mundos complejos que invitan a la reflexión. Su próximo juego, Judas, ha despertado una expectación enorme desde su anuncio hace varios años, y parece que el creativo nos presentará un universo misterioso e intrigante a partes iguales.
Ken Levine ha concedido recientemente una entrevista con el medio Games Industry para hablar acerca de Judas y las diferencias respecto a la saga que creó hace años. Por un lado, él comenta que «BioShock y BiosShock Infinite son básicamente un pasillo. Un pasillo muy, muy largo con un montón de puntos de activación que hacen que sucedan elementos de historia», y hay varios aspectos que contrastan y lo diferencian de su próximo FPS narrativo.
«Judas está hecho de una manera muy, muy diferente, y eso hace que haya mucha más capacidad de acción de los jugadores, pero también es mucho, mucho más difícil de hacer», indica Levine. Judas es un proyecto ambicioso no solo por su escala narrativa, sino también por los desafíos técnicos y creativos que planea. A pesar de las comparaciones, este título se distanciará de la fórmula vista en Rapture y Columbia, pues se explorarán nuevas formas de inmersión y mecánicas jugables.