Braid: Anniversary Edition Review

«Es mejor pedir perdón que permiso», decían algunos. Es una frase que, hasta hace poco, pensaba que tenía muy poco significado. Pedir permiso es un gesto de respeto, como hago a menudo cuando veo cierto videojuego y empiezo a machacar a Mario con mensajes constantes, con la esperanza de hacerlo (y me permite realizar mi viaje en palabras) y aportar mi visión a este hermoso paisaje. Es algo así como lo que Braid: Anniversary Edition ha estado haciendo durante los últimos días. En ese momento, cuando lo jugué por primera vez, todavía estaba en la escuela secundaria. Estaba a punto de ingresar a la escuela secundaria y había un deseo de un nuevo camino. Después de tantos años desde entonces, lo reconozco, poder llevar estas palabras a TGM, ahora diferentes porque he crecido, es algo que agradezco aún más. Si en su momento fue difícil encontrar la felicidad, ahora sigue siendo difícil, más aún cuando se trata de tener que encontrar la manera de escapar de los problemas.

Tim y yo, si lo pienso, tenemos los mismos problemas en este momento: ahora los hemos resuelto parcialmente, pero es difícil avanzar. Sin embargo, existe la oportunidad de hacerlo, y eso es lo que importa. A veces basta con volver a un cuento de hadas y a un cuento de hadas, como el de Alicia en el País de las Maravillas. Mi viaje con Tim comienza con una pantalla oscura. Su silueta está pintada en la pantalla, que es tan hermosa como lo era en 2008. Como en las obras del calibre de GRIS, este protagonista de corbata se ve obligado a poner orden en su existencia, tratando de mejorarla. Jonathan Blow, en su momento, elaboró inteligentemente una historia que se entendía a través de acertijos, haciendo de Braid una obra que involucraba la curiosidad y el deseo de experimentación. Esto también está presente en esta nueva producción, que además de fascinante y llamativa, da una forma diferente y mejor de revivir la experiencia.

En este sentido, Tim está sufriendo por un mal hecho, por su comportamiento y sus defectos. No sabe, hasta que se da cuenta, que la bondad es la mejor arma cuando se trata de tener que poner su vida en orden. El camino comienza desde un momento complejo como muchos otros, los mismos que todo el mundo vive con el peso en el corazón y la ansiedad de haber hecho algo mal. A través de la historia, que prefiero no revelar, el joven revive momentos complejos de su vida y del pasado de una persona que ha perdido. Es el mismo viaje existencial que cualquiera, incluso cuando no lo imagina en absoluto, vive con el peso en el corazón hasta tal punto que se vuelve agotador. La escritura de la obra tiene el gran mérito, sin embargo, de dar profundidad a las características clásicas de un género que, además de sorprendente y entretenido, logra revelarse en su mejor momento a través del diseño de juegos. Un diseño de juego de pocas palabras, con un gran impacto y que, si se analiza adecuadamente, se convierte en el mensaje final: siempre hay tiempo para todo. También para mejorar. Sobre todo para mejorar.

Braid: Anniversary Edition mantiene la estructura lúdica de los orígenes. Se trata, para quien no lo conozca, de un juego de plataformas bidimensional que implementa las dinámicas del tiempo, proponiéndolas con destreza y atención, con el objetivo de llevar al jugador a pensar en lo que tiene delante y qué camino seguir. En Braid: Anniversary Edition saltas, también saltas sobre los enemigos, para evitar que avancen y, sobre todo, que ganen ventaja, durante el viaje. Y cambias la hora, retrasando la manecilla unos minutos y segundos, para aprovechar el momento adecuado para hacerte con una llave y, posteriormente, utilizarla para abrir una puerta y pasar a otra habitación. En su simplicidad, Braid es exactamente la prueba irrefutable de lo bien que el diseño de juegos, en el mundo de los videojuegos, conecta bien con el contexto expresado. En esta edición, además de aumentar las texturas y ajustar algunas cosas por el camino, la obra añade otros cuarenta niveles. Cada uno de ellos es diferente y es interesante repetirlos para llegar a la conclusión, a fin de conocer mejor la vida del buen Tim, que busca un poco de serenidad como cualquier otro.

Una mecánica que en su momento me pareció muy enfocada y bien implementada, además, era la inherente a la gestión de los puzzles, con la resolución de los mismos en base a las áreas existenciales experimentadas en el transcurso de la obra. Fue igual de agradable tanto explorar las áreas como, además, perderse por completo en los niveles del título, recuperar cada elemento de los diversos rompecabezas que faltaban dentro de la producción, atractivo y excelente desde todos los puntos de vista incluso hoy, tanto que es fascinante y de gran valor en toda su continuación y longevidad, que se sitúa en seis horas, si decides explorar todos los aspectos del trabajo y ponerte en contacto con Tim de una manera única. Una operación de este tipo, tantos años después de la primera vez, es una oportunidad para que cualquiera pueda recuperar una obra maestra que trajo, en el mercado independiente, un soplo de aire fresco. Y eso, además, vuelve para cualquiera que lo amara en ese momento. Gracias por volver, Tim.

VEREDICTO
Este nuevo renacimiento, además de atractivo y emocionante, detalla el talento de Tekla y Jonathan Blow. Se trata de una nueva mirada que, además de envolver e impresionar, embellece el trayecto, haciéndolo agradable y mucho más alto de lo que parece. La obra es absolutamente valiosa, tanto que la votación a continuación, exactamente en línea con el valor de la obra y del pasado, permanece sin cambios o casi sin cambios.
8.5