Fate of Kai es un juego único. Comienza con un hermoso y colorido cómic dentro de un viejo libro. Cada escena que se nos presenta está bellamente creada y maravillosamente ilustrada.
A partir de ahí el juego sigue la aventura de un joven llamado Kai. Un día mientras viajaba encuentro un cofre y cuando agarra el cofre, sale una cadena que encierra su mano, diciéndole que tiene que llevar el cofre al castillo.
A partir de ahí Fate of Kai se trata principalmente de averiguar cómo pasar cada capítulo del libro, cada uno detallando una historia diferente sobre el viaje, llegando finalmente al castillo. El arte en el libro es precioso e impresiona. Me gusto desde un inicio y eso fue lo que me llevó a seguirlo jugando para afrontar los desafíos que el juego tenía para mí.
Esos desafíos son en su mayoría simples rompecabezas de palabras. El juego podría mostrar a Kai pensando en algo, y la palabra en la burbuja de pensamiento cambiará sus acciones en la historia. De pie junto a una montaña de piedras, y un río, los jugadores podrían tener la opción de escalar las piedras o saltar a través del río, y el verbo en los pensamientos de Kai cambia su decisión.
Esto no suena como un sistema de juego importante, y realmente no lo es. El arte en Fate of Kai es lo que me mantuvo entretenido. El juego era relativamente simple pero agradable. Sólo había dos o tres rompecabezas que eran particularmente desafiantes y aunque eran interesantes también fueron tratados rápidamente. No podemos olvidar la banda sonora que acompaña al juego, si bien no sobresale, tampoco decepciona, es una banda sonora que encaja perfectamente a lo que se nos esta presentando.
Mientras que algunos juegos pueden tardar una hora en terminar, es posible que tengas una razón para rejugarlos, pero para Fate of Kai, verás cerca del 80 por ciento de los posibles finales y escenas en tu primer playthrough. Casi todos los rompecabezas tienen que ser resueltos correctamente para llegar al final y no parece haber soluciones alternativas, por lo que no hay razón para reproducir el juego, al menos no hasta que haya olvidado la mayor parte del viaje o quieras sacar ese último logro.
Sin embargo, aun con esa falta de rejugabilidad, todavía disfruté de Fate of Kai hasta el punto de recomendar a la gente que lo pruebe.