Iron Meat Review

Iron Meat es un shooter de arcade que lleva a los jugadores a un futuro dominado por «la Carne», una masa hambrienta de hierro que muta todo a su paso. Supera los jefes y las pantallas retro y descubre los horrores detrás de los experimentos secretos en la Luna. Iron Meat es, sin duda, un tributo apasionado a los clásicos juegos de Contra. Su jugabilidad y sensaciones evocan inmediatamente esos títulos, aunque con un estilo visual mejorado y más distintivo. Desde el primer momento hasta el último, Iron Meat emana la esencia de Contra, y la verdad es que me tiene enganchado.

Este es un juego de disparos frenético ambientado en un mundo invadido por una biomasa interdimensional llamada The Meat, que arrasa con todo a su paso. Después de un experimento fallido en la Luna, esta sustancia llega a la Tierra, mutando a todo lo que toca: humanos, vehículos, trenes e incluso edificios. La idea es completamente única y tiene un toque brutal que me fascina. La música acompaña a la perfección con un ritmo que potencia la experiencia general. Las transformaciones en el juego son increíbles, como ver un tren convertirse en una gigantesca serpiente mecánica o un edificio que cobra vida con mandíbulas y zarcillos. Nunca había experimentado algo así, y eso es precisamente lo que lo hace tan especial. El arte en pixel es absolutamente impresionante, sangriento pero lleno de detalles intrincados. Los nueve niveles presentan entornos variados, desde un bosque invadido hasta una apocalíptica ciudad en ruinas o un laboratorio en la Luna. Ah, y claro, no podía faltar el nivel ambientado en un tren en movimiento, como manda la tradición en este tipo de juegos.

Durante tu recorrido, puedes recoger armas más potentes que la básica, y con la posibilidad de duplicar su poder, lo que aumenta tanto el daño como la velocidad de disparo. Además, puedes alternar entre dos armas al mismo tiempo. Eso sí, si te golpean, pierdes el arma y, con otro impacto, también una vida. Iron Meat honra los títulos clásicos del género con sus intensos combates contra jefes al final de cada nivel. Estas batallas, que constan de varias fases, son todo un desafío, especialmente en dificultades más altas. El juego ofrece tres niveles de dificultad, donde el modo Fácil es más accesible, pero aumentar la dificultad te enfrentará a un número abrumador de enemigos y menos vidas disponibles. Personalmente, comencé en dificultad Media, pero tuve que bajar la dificultad en el cuarto nivel al no poder superar al jefe.

El estilo de control en Iron Meat es muy fiel a los juegos clásicos, usando el d-pad para moverte y apuntar. Aunque puedes usar el joystick analógico, no resulta tan cómodo en este tipo de juegos. Aunque esto añade un toque nostálgico para veteranos del género, podría ser un obstáculo para los nuevos jugadores. Una opción de control moderno con doble stick para apuntar en 360 grados hubiera sido una gran adición. Por suerte, no tienes que afrontar todo solo, ya que el juego incluye un modo cooperativo local para dos jugadores. Jugar con un amigo añade más caos y carnicería al combate, lo que hace que la experiencia sea aún más divertida.

Iron Meat emerge como un homenaje visceral a los clásicos shooters de acción, con un mundo único, pixel art detallado y una banda sonora impresionante. Aunque los controles puedan resultar frustrantes para algunos, la creatividad en sus monstruos y escenarios lo hace una aventura que ningún fan de lo retro debería perderse. Si te gusta el género, este juego no solo te saciará, sino que te dejará con ganas de más. ¡Altamente recomendado!

VEREDICTO
Iron Meat emerge como un homenaje visceral a los clásicos shooters de acción, con un mundo único, pixel art detallado y una banda sonora impresionante. Aunque los controles puedan resultar frustrantes para algunos, la creatividad en sus monstruos y escenarios lo hace una aventura que ningún fan de lo retro debería perderse. Si te gusta el género, este juego no solo te saciará, sino que te dejará con ganas de más. ¡Altamente recomendado!
8
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