Ya lo mencionábamos en nuestra reseña de Elden Ring: Shadow of the Erdtree, aunque no tuvimos el tiempo de profundizar en ello, pero si una impresión nos dejó el último DLC de FromSoftware, es que más que a Elden Ring, se parece a la saga Souls, así que bien pudo haberse llamado Dark Souls 4.
Mientras que en Elden Ring la extensión del mapa nos enfrentaba a grandes espacios abiertos con hermosas zonas, aunque vacías de contenido, el mapa de Shadow of the Erdtree presenta un diseño más bien comprimido y bastante vertical en su progreso.
En este sentido, el DLC de FromSoftware nos recuerda bastante al diseño de niveles de la saga Souls: intrincado y no lineal, con áreas interconectadas que permiten múltiples rutas y atajos, fomentando así la exploración y el constante descubrimiento.
Además del sistema de combate, que es el mismo de Dark Souls, en Elden Ring podemos encontrar mecánicas de juego de la saga Souls bastante refinadas en su evolución: exploración, gestión de recursos, progresión del personaje y el clásico sistema de muerte y repetición, algo que en Shadow of the Erdtree cobra una vital importancia.
Mientras que en Dark Souls la narrativa se revela de manera fragmentada a través de descripciones de objetos y el entorno, este enfoque en Elden Ring evoluciona al ofrecer un mundo aún más expansivo y detallado.
Esto se nota sobre todo en Shadow of the Erdtree, y es que con la colaboración de George R.R. Martin, cuya participación ha permitido a FromSoftware desarrollar un lore más integrado y accesible, la historia principal del juego se ha desarrollado de una mejor manera, enriqueciendo considerablemente la experiencia narrativa.
En su momento, y como heredero de Demon’s Souls, Dark Souls introdujo una profunda personalización del personaje y un sistema de clases variado. Elden Ring amplía estos elementos con una mayor flexibilidad en la construcción de builds, permitiendo combinaciones más diversas de habilidades y equipamiento.
Por supuesto, no podían faltar las referencias Berserk que hemos visto prácticamente desde el inicio de la saga Souls: ya sea en paisajes, diseños de armaduras y armamento, y hasta la inspiración para desarrollar personajes (el mayor antagonista de Shadow of the Erdtree, Miquella, toma por completo su inspiración en Griffith, el antagonista de Guts), vemos las referencias a la obra cumbre de Kentaro Miura.
Como puedes ver, Elden Ring representa una evolución natural de la fórmula de Dark Souls, al expandir y refinar aspectos clave como el diseño de niveles, la narrativa y los elementos RPG en un mundo más amplio y flexible.
Estas mejoras integran la esencia de la saga Souls en una nueva experiencia, haciendo que el juego base, y sobre todo su DLC, puedan ser vistos como una evolución lógica de la franquicia, por lo que podríamos considerar a Shadow of the Erdtree el Dark Souls 4 que nunca nos entregará FromSoftware.