Es un hecho que Microsoft recibió un duro golpe cuando Reino Unido bloqueó la compra de Activision Blizzard. Sin embargo, no todo estaba acabado para los de Redmond, pues todavía podían apelar a través del CAT y tratar de que la CMA reconsidere de nuevo su decisión sobre esta operación. Bien es cierto que la estadística corre en contra de Microsoft, pero en esta industria nunca se sabe qué pasará.
Microsoft era consciente de que necesitaba grandes victorias, como, por ejemplo, la aprobación de la Unión Europa y China, regiones muy importantes. Sin embargo, la compañía americana es consciente de que tanto Reino Unido como Estados Unidos son territorios vitales para poder cerrar la compra. Eso pensaban muchos hasta que se ha informado de que la empresa está buscando medidas extremas para que Activision Blizzard se una a las filas de Microsoft.
De esta manera, el movimiento más inmediato de la compañía es que el presidente de Microsoft, Brad Smith, se reunirá la semana que viene con el canciller británico, Jeremy Hunt, para mostrarle su frustración ante el reciente bloqueo, según informa Bloomberg. Unas fuentes anónimas han declarado que el directivo hablará también con funcionarios de la CMA y les presentará las ventajas que supone para los jugadores adquirir Activision Blizzard.
Cabe recalcar que el canciller británico fue una de las grandes personalidades dentro del Gobierno de Reino Unido que criticó abiertamente la decisión del regulador. Lo que señaló era que los organismos de competencia deben «entender sus responsabilidades más amplias». Además, merece la pena recordar que algunos miembros del gobierno de Rishi Sunak cuestionaron también el veto de la CMA a la compra de Activision Blizzard.
De todos modos, dentro del gobierno hay funcionarios que están descontentos con las palabras del presidente de Microsoft, que ha señalado hace unas semanas que «era el día más oscuro de Microsoft en décadas», entre muchas otras declaraciones, como por ejemplo dar a entender que la UE es un mejor lugar para los negocios que Reino Unido.
A corto plazo, el próximo movimiento de Smith será sentarse con su equipo legal y hablar de la estrategia de cara al Tribunal de Apelación de la Competencia (CAT), que puso fecha para comenzar la primera vista en la semana del 24 de julio. De esta manera, los abogados de Microsoft plantearán en privado una serie de soluciones para cerrar de manera efectiva la compra de Activision Blizzard.
La medida radical que Bloomberg ha anticipado es que se podría eludir el bloqueo de Reino Unido mediante el retiro de Activision Blizzard del mercado británico. Sin embargo, eso es algo que todavía está por ver, pero lo que está claro es que la propia Microsoft no se irá del país. De todos modos, si la compañía decidiera no vender los juegos de Activision Blizzard en dicho territorio, se enfrentaría a una pérdida de alrededor 800 millones de dólares anuales, según descubrió el medio Tweak Town.
Actualmente Microsoft querría utilizar los argumentos sólidos que ha proporcionado la UE para intentar convencer a los organismos británicos y que reconsideren su decisión. Sin embargo, la compañía americana también tiene otro frente abierto que tratar con la FTC de Estados Unidos, que demandó a la compañía con el fin de bloquear la compra.