Microsoft pierde entre cien y doscientos dólares con cada consola Xbox vendida en el mercado. Así lo ha admitido el propio Phil Spencer, quien reconocía en una entrevista concedida a CNBC que tanto Xbox Series X como Xbox Series S se venden a pérdidas, con la expectativa de que después ese dinero se recupere con la venta de otros productos, como videojuegos o accesorios.
En el caso de Microsoft, esto se traduce en una pérdida de cien dólares con cada Xbox Series X vendida, y de doscientos dólares con cada Xbox Series S. Esta es una práctica habitual en otras empresas de la industria del videojuego. Sony, por ejemplo, siempre ha vendido sus consolas a pérdida, aunque tanto con PlayStation 4 como con PlayStation 5 ha tratado de reducir al máximo este margen. La excepción es Nintendo, que siempre obtiene beneficios con la venta de cada consola.
Estas declaraciones de Spencer se producen, curiosamente, pocos días después de que declarase que «hemos mantenido el precio de nuestras consolas, los juegos y nuestras suscripciones. No creo que vayamos a poder hacer eso para siempre… Creo que en algún momento vamos a tener que subir los precios de ciertas cosas».
En el caso de Microsoft, una eventual subida de precios no entra en los planes, por lo menos de cara a estas Navidades. Sony, en cambio, subió el precio de PlayStation 5 el pasado mes de agosto, justificando este movimiento por el aumento de la inflación y los costes.