El contexto narrativo de «New Cycle» se desarrolla en un mundo donde una erupción solar ha devastado la civilización humana, dejando a la humanidad luchando por sobrevivir. Esta intrigante premisa, desafortunadamente, no se traduce en una narrativa atractiva. El jugador se encuentra navegando por un mar de tareas repetitivas, con una historia que no logra capturar ni la imaginación ni el interés. El potencial de una historia profunda y convincente se pierde en un ciclo de gestión de recursos que rápidamente se vuelve monótono, reduciendo la complejidad de la supervivencia postapocalíptica a una mecánica de juego simple. En el corazón de New Cycle está la tarea de reconstruir la civilización humana después de una catastrófica erupción solar. Suena emocionante, ¿verdad? Desafortunadamente, esta tarea resulta en una serie de acciones repetitivas y poco inspiradoras. Los jugadores se encuentran gestionando recursos básicos como alimentos y materiales, una actividad que puede parecer esencial, pero que se reduce a una mera rutina de hacer clic y esperar.
La construcción del asentamiento, que se supone que es el foco del juego, tampoco es satisfactoria. Tienes la sensación de estar diseñando una ciudad sin influir realmente en su desarrollo ni en la vida de sus habitantes. Carece de una sensación real de control o impacto en el mundo del juego. El jugador se siente más como un observador pasivo que como un líder activo en la construcción de una nueva sociedad. Además, el juego intenta introducir elementos de la política local y la gestión comunitaria, pero incluso estos aspectos son tratados de forma superficial. Las decisiones que se toman parecen tener un impacto limitado, y nunca se siente realmente la presión o la gratificación de guiar a un pueblo a través de las dificultades de un mundo postapocalíptico. La falta de una guía clara o de objetivos bien definidos deja a los jugadores confundidos sobre qué hacer y por qué. Este enfoque podría ser una forma de estimular la exploración y el descubrimiento, pero en realidad resulta en una experiencia de juego desorientadora y, a menudo, frustrante. La gestión de recursos, un aspecto fundamental en cualquier juego de supervivencia se convierte en una tarea repetitiva sin retos estimulantes. La recolección de alimentos, la minería y el comercio, si bien son cruciales para la supervivencia del colectivo, no ofrecen variaciones significativas ni momentos de verdadera estrategia. Además, la falta de innovación en la jugabilidad se siente con fuerza; el juego repite patrones vistos y revisados en otros títulos del género sin aportar elementos únicos o mecánicas creativas que puedan diferenciarlo de sus competidores.
Además de estos problemas, hay problemas técnicos que van desde errores menores hasta fallas más graves, que interrumpen la experiencia de juego. Incluso la interfaz de usuario, un aspecto crucial de la gestión eficaz de un juego tan complejo resulta poco intuitiva y, a menudo, confusa, lo que añade una capa adicional de frustración. New Cycle representa una oportunidad perdida. A pesar de la ambición de Core Engage de crear un título que renovara el género de los juegos de construcción de ciudades postapocalípticos, el producto final no logra superar la mediocridad. La narración superficial, la jugabilidad repetitiva y los problemas técnicos se combinan para crear una experiencia que, en lugar de llevar a los jugadores a una aventura emocionante y atractiva, los deja con una sensación de decepción y oportunidades desperdiciadas.
