En los últimos años, aunque hemos visto una gran cantidad de juegos de plataformas, pocos han logrado revivir de manera efectiva el estilo clásico del run and gun. Este juego, en particular, me llamó la atención desde su versión demo, y después de esa experiencia decidí respaldarlo mediante crowdfunding. Ahora que he jugado hasta el capítulo 4, puedo decir que la satisfacción ha sido bastante alta.
El título evoca recuerdos de varios juegos similares, pero el que más destaca en mi mente es el clásico Ghosts ‘n Goblins de Capcom. La forma en que las armas aleatorias alteran la jugabilidad, la ausencia de una barra de vida y la sensación de alta dificultad debido a las limitaciones en los ataques son comparables. Aunque el estilo visual es completamente diferente, la esencia es muy similar, lo que lo convierte en una opción interesante para quienes buscan esa nostalgia. Sin embargo, este juego introduce diferencias significativas, como un concepto más centrado en la ciencia ficción y un sistema de bombas que lo distingue claramente del clásico. En términos de jugabilidad, este es uno de los juegos más frenéticos y caóticos que he experimentado en mucho tiempo. No se limita solo a los juegos indie; es una de las experiencias más emocionantes que he tenido últimamente. Desde el primer momento, sientes un control preciso y una respuesta rápida, esenciales en un juego de run and gun.
Además, me gustó que el juego se sumerge directamente en la acción sin una introducción prolongada o complicada, lo que permite disfrutar de la acción desde el primer segundo. Mecánicamente, el juego es un homenaje a los clásicos, destacando la imposibilidad de disparar en diagonal, lo cual añade una capa de dificultad. Los enemigos te detectan rápidamente y un simple roce sin armadura significa muerte instantánea. Esto aumenta la tensión en las batallas contra jefes, ya que, incluso con varias vidas restantes, no hay garantías de éxito. A diferencia de los juegos modernos que se apoyan en mecánicas de parry o esquivas, aquí dependes del salto para evitar el peligro, lo que eleva la dificultad de manera significativa. Para los jugadores veteranos, esto resulta en una experiencia desafiante y emocionante, perfecta para aquellos que buscan revivir la adrenalina de los juegos clásicos.
Sin embargo, hay algunas áreas que podrían mejorarse en futuras actualizaciones: Sería genial que, al obtener un traje, el número de habilidades especiales no se reiniciara, especialmente si tienes más de una. A veces, al moverte hacia la parte inferior de la pantalla, puedes morir repentinamente por trampas invisibles. Ampliar el campo de visión al agacharse podría solucionar este problema. La posibilidad de guardar o intercambiar trajes sería útil, ya que perder uno te deja en una situación de gran vulnerabilidad. Poder guardar un arma favorita sería una excelente adición. Incorporar mejoras para los trajes, tanto en combate como en movilidad, haría el juego aún más emocionante. Con un solo salto, algunos desafíos se sienten demasiado complicados.
El arte pixelado es impresionante y los controles son sumamente reactivos. El juego tiene un tono cómico que, combinado con su dificultad, crea un contraste encantador. En especial a partir del capítulo 3, se aprecia un diseño de niveles complejo, pero cautivador. Sin embargo, este no es un juego en el que puedas lanzarte sin pensar; la observación del entorno y una planificación cuidadosa son claves para superar los desafíos.
