Tuvimos la oportunidad de previsualizar FixFox producido por un estudio de micro desarrollo con sede en Praga, Rendlike, detrás del cual se esconde el desarrollador Jaroslav Meloun. Nos enfrentamos a un juego tierno y a la vez profundo que habla de las relaciones humanas, el cambio climático y cómo, a veces, para resolver problemas uno literalmente necesita pensar fuera de la caja.
Jugar con FixFox es como preparar algo de comida reconfortante. Por eso, a pesar de que algunos juegos dinámicos pequeños nos han dejado un poco perplejos, en esencia el juego desarrollado por Meloun es un producto muy válido y sólido. E incluso si uno se inserta dinámica temporal, no siente ningún tipo de ansiedad al tratar de resolver los rompecabezas que gradualmente se unen en la exploración del extraño planeta llamado Karamel.
Si quisiéramos hacer un resumen, de los que se encuentran en el reverso de los packs de CD del pasado, leeríamos que este juego es un juego de exploración, aventura e ingenio ambientado en un planeta hostil donde la tecnología está prohibida. Dicho así, puede que no sea nada especial o innovador y, en cambio, tendrías un juego en tus manos para llevar a cabo en tiempos difíciles, cuando no sabes qué hacer para encontrar algo de serenidad.
La sensación que nos impregnó lentamente mientras jugábamos a FixFox fue la de encontrar satisfacción en traerlos de vuelta a la vida con herramientas que son cualquier cosa menos objetos tecnológicamente avanzados que se corroen lentamente en un planeta que los ha prohibido. La premisa del juego producido por Jaroslav Meloun es que en un momento dado la humanidad arruinó el planeta y mezcló su propio ADN con el de los animales para sobrevivir. Vix, el zorro humanoide protagonista del juego, es el resultado de esta remezcla. De profesión, él hace el fijador, incluso si su currículum no es lo suficientemente brillante como para permitirle tener una nave espacial adecuada y trabajos bien remunerados. Y es por eso que termina aceptando una tarea para completar en Karamel.
Cuando la nave espacial comienza el juego real en lugar de aterrizar en el planeta. En sí mismo estamos ante un título con vista desde arriba hecho con un pixel art más que discreto y donde es posible moverse a pie o por medio de transporte. El mapa del mundo visto desde arriba está bastante bien hecho a pesar de que nos hubiera gustado más algunas indicaciones sobre lugares donde no es posible caminar.
Los rompecabezas son satisfactorios y nos hacen deambular lo suficiente como para ser agradables sin ser desconcertantes. Un aspecto que no nos gustó del todo es una de las dinámicas que conciernen a la identificación de los objetos que se encuentran gradualmente en el planeta. Hubiéramos preferido no tener que realizar siempre los mismos movimientos y volver siempre a hablar con el mismo personaje para saber que se puede utilizar un cepillo de dientes para eliminar el polvo.
REVIEW 4 GAMERS RECIBIÓ UN CÓDIGO CON EL PROPOSITO DE REALIZAR ESTA REVISIÓN