Si hay un survival de mundo abierto que haya sobrevivido al boom de mediados de la década pasada, ese es el de Studio Wildcard. ARK: Survival Evolved, o como se le conoce ahora a la experiencia original de 2017 tras su remake, ARK: Survival Ascended, ha sabido capitalizar el mercado como pocos hasta el punto de que su secuela, anunciada hace ya cuatro años, podría no llegar esta década y su comunidad se mantendrá férrea como el primer día. Eso sí, el survival de dinosaurios ha hecho un movimiento curioso y que quizá haga arquear la ceja de más de uno: ha incluido mods de pago para consolas, y aunque dicen ser los primeros, están lejos de serlo.
En caso de que hayáis jugado a Survival Ascended desde su estreno, el concepto de mods de pago no os es extraño. El juego de supervivencia estrenó este tipo de modificaciones, bajo el nombre de Premium Mods, en PC a comienzos de este año. Si bien su implementación fue mínima, ya que requiere de creadores de contenido que se sientan atraídos por esta idea, estos mods introducen nuevos mapas, dinosaurios, mejoras en la jugabilidad y opciones de construcción, enriqueciendo significativamente la experiencia del juego gracias al contenido creado por la comunidad.
Ahora, la gran novedad es que, por primera vez, los jugadores de Xbox Series X|S (a los que seguirán los de PS5 en las próximas semanas) también podrán disfrutar de mods, una posibilidad que antes estaba reservada exclusivamente para los jugadores de PC. Un ejemplo destacado es la versión premium del mapa Svartalfheim, que promete una experiencia enriquecida y detallada del mapa original. Los mods premium están diseñados para ofrecer contenido de alta calidad a cambio de un pago, justificando el coste con el tiempo y esfuerzo profesional invertido en su desarrollo.